Sirenética: Vehículos simbióticos (2002)

 

Realidad Visual fue concebida inicialmente por Mauricio Delfín y Jaime E. Oliver a inicios del 2000 como una plataforma para la producción de videos y proyectos multimedia sobre temas sociales. Una de sus primeras producciones fue “Loco” (2001), un documental que registró los discursos profesionales y populares sobre la enfermedad mental en Lima. Realidad Visual se constituyó en una asociación civil con la misión de promover la experimentación y producción de artes mediales en el Perú luego de que José Aburto se sumara a la organización al año siguiente, a partir de la experiencia de “Sirenética: vehículos simbióticos” (2002), una muestra colectiva de arte electrónico que se realizó una única noche en la galería ICPNA de Miraflores.

Una de las primeras iniciativas que Realidad Visual impulsó fue la “Celebración de César Moro” en el marco del centenario del nacimiento del poeta y pintor peruano. Moro nos interesó por su potente obra poética, porque existían muy pocos trabajos realizados sobre su obra, además que constituía un referente de un artista surrealista peruano poco conocido y comprendido que iba contra la corriente. El proyecto consistió en la puesta en línea de una web sobre la obra de Moro (cesarmoro.com), así como la realización de “Videamoro: 5 artistas sobre 5 textos” (2003), una exposición colectiva de videoarte peruano inspirada en la obra poética de este artista. Curada por Giancarlo Gomero, la muestra contó con la participación de los artistas José Aburto, Alberto Borea, Diego Lama, Carlos Letts y Humberto Polar. La Celebración incluyó la producción de “Viaje Hacia la Noche (2004)”, un documental sobre la vida y obra de César Moro, dirigido por Mauricio Delfín y filmado en Lima, París y México.

A finales de 2003 se inició la producción de la obra “El Paraíso en la Tierra” (Paradis Terrestre) de Santi Zegarra (Perú) y Norbert Godon (Francia), una ambiciosa video-instalación que tomó la celebración de la navidad en la selva como punto de partida para explorar la economía política de la castaña en Madre de Dios, entendiendo a este recurso como un producto de exportación pero también como el símbolo de un complejo universo de actores sociales marcados por la globalización. Para realizar esta instalación, un equipo de producción viajó a documentar y registrar en audio y video, a comunidades de recolectores de castaña en la Reserva de Tambopata. La instalación fue presentada en simultáneo en las ciudades de Lima, Lyon y Puerto Maldonado a finales de 2004 .

Entre el año 2002 y 2004, Realidad Visual produjo tres “Ensayos Audiovisuales” a cargo de Jaime E. Oliver. Los ensayos fueron composiciones que empleaban la tecnología como un medio para ampliar las capacidades expresivas y técnicas de un intérprete y un instrumento. El Primer Ensayo Audiovisual “Quinteto para Cello Solo” se presentó en el marco de Sirenética (2002) y en el Festival de Arte Contemporáneo de Barranco (2003). El Segundo Ensayo Audiovisual “Trío para Vibráfono Solo” se presentó en el Festival de Música Electrónica Contacto ese mismo año. El Tercer Ensayo Audiovisual “Cuarteto para flauta sola” fue presentado en la siguiente edición del Festival Contacto.

En el año 2004 Realidad Visual asumió la dirección del Festival Internacional de Video y Artes Electrónicas (VAE) concebido por Alta Tecnología Andina (ATA). El Festival VAE trascendió así a la organización que lo creó en un intento por estimular una institucionalidad en el arte medial nacional. Realidad Visual produjo cuatro ediciones del Festival VAE entre 2004 y 2010, en un circuito que incluyó a Arequipa, Cusco, Lima, Trujillo y Puerto Maldonado. Buscando llevar al Festival VAE a nueva etapa, el Festival fue transformado en base a tres ejes centrales: La descentralización de las actividades que antes se realizaban principalmente en Lima, el énfasis en la transferencia de conocimiento entre artistas a través de talleres y la ampliación del enfoque del Festival en arte medial, procurando ir más allá de las expresiones de videoarte. Además, se continuó con la política de promoción de artistas nacionales y la presentación de reconocidos artistas internacionales. En esta nueva etapa y con el impulso de un equipo que incluyó a Paola Barrenechea, Alan Malcolm y el curador Miguel Zegarra, se presentó la obra de más de 100 artistas nacionales e internacionales, incluyendo exposiciones, conferencias, talleres, conciertos, foros y publicaciones diversas.

Ese mismo año se asumió la producción de la revista gratuita “Distancia Crítica: Aportes hacia una nueva Conciencia Social”, liderada por un Comité Editorial conformado por Pedro Favaron, Carlos García Montero, Mauricio Delfín, José Aburto, José Agustín Haya de la Torre, Jaime E. Oliver, Ronald Vega y Aranzazu Hopkins. La publicación se distribuyó través de una red de promotores que llegó a 12 ciudades del país y que alcanzó a más de 4,000 lectores en cada una de sus cinco ediciones (2004-2005). La producción, coordinada por Edith Vargas, incluyó la realización de asambleas locales para el debate de los temas abordados por la revista.

Los primeros bocetos y diseños del proyecto “Culturaperu.org”, una plataforma digital para la información, visibilización y articulación del sector cultural, surgen también en el 2004. En esta primera fase se conceptualizó el diseño de la plataforma y se apoyó en aspectos de comunicación y diseño a diversas iniciativas ciudadanas interesadas en fortalecer las políticas culturales en el país, como a la Coalición Peruana por la Diversidad Cultural (CPDC) y al movimiento ciudadano a favor de la creación de un Ministerio de Cultura, por ejemplo. Culturaperu.org fue lanzada oficialmente en setiembre de 2009 como un Sistema de Información Cultural (SIC) de la sociedad civil convirtiéndose en una organización independiente de Realidad Visual a partir de 2010. De ahí en adelante Cultraperu.org expandió sus actividades a diversos temas vinculados a la participación ciudadana en cultura, siendo reconocida como “Punto de Cultura” por el Ministerio de Cultura en el año 2012.

En 2005 Realidad Visual inició la producción del documental “Noqanchis” (Todos Nosotros) dirigido por Mauricio Delfín. El documental abordó la historia de un grupo de personas en una comunidad altoandina en Ayacucho que celebra la Fiesta de las Cruces luego de que esta estuviese prohibida por casi dos décadas, a raíz de violencia terrorista que azotó al país en la década del 80. Ese mismo año se produjo “Retroceder Nunca” de José Aburto, un video-poema sobre el ataque del 11 de setiembre de 2001 en Nueva York.

Luego de la décima edición del Festival VAE en 2006, Realidad Visual toma un respiro para reanudar actividades en el 2008. En julio de año se realizó “VIVO 0.1”, una instalación interactiva a cargo de Jaime E. Oliver, José Aburto y Mauricio Delfín que se presentó en ICPNA de Miraflores. En setiembre se organizó “PLASMA: Primer Encuentro Peruano de Arte y Nuevos Medios” en el Centro Fundación Telefónica. PLASMA reunió a un grupo importante de investigadores nacionales e internacionales por tres días, para dialogar en torno a diversas temáticas relacionadas al campo de las artes mediales. En el 2009 se presentó “VIVO 0.2”, una segunda y distinta versión de la instalación en el marco de la Bienal Internacional de Arte Digital de Lima, Artware5. Asimismo, una segunda versión de PLASMA se realizó en noviembre del 2009.

El 2010 fue el último año de operaciones de Realidad Visual, con la organización de la 11va y última edición del Festival VAE. En esta oportunidad el proyecto principal del Festival consistió en organizar el primer Foro Latinoamericano de Música por Computadora (FLAMUC) que reunió a 28 músicos nacionales e internacionales. Financiado por cooperación internacional, se puso especial énfasis en traer a músicos de la región andina y latinoamericana para contribuir a un diálogo que permitiese imaginar y fortalecer articulaciones transnacionales y regionales.

Podría decirse que, como asociación civil, Realidad Visual cumplió con sus objetivos iniciales de promover la experimentación, producción y difusión de artes mediales en el país sirviendo como una plataforma de grandes aprendizajes y experiencias que permitieron a sus miembros dar forma a iniciativas diversas y continuar desarrollando proyectos vinculados al arte y la cultura.

Cabe resaltar que toda la labor de la asociación se realizó sin financiamiento público ni privado. Más allá del apoyo puntual de algunas embajadas, instituciones de cooperación internacional y fundaciones al Festival VAE y a algunos componentes de proyectos específicos, la mayoría de los costos de realización de los proyectos fueron asumidos por sus miembros, quienes desarrollaban trabajos de diseño, consultoría, producción audiovisual y otros trabajos menos emocionantes invirtiendo parte de sus sueldos en sostener la plataforma. Mucho se logró a partir de la energía y el entusiasmo de un grupo humano que trascendió a sus miembros fundadores, extendiéndose a colaboradores diversos, interesados en generar proyectos innovadores en un contexto adverso. Colectivos como Aloardí y gestores culturales en varias regiones del país fueron aliados valiosos en varios proyectos logrados. Muchos proyectos, tan o más ambiciosos que los realizados, quedaron en una etapa de planeamiento, entre ellos un laboratorio de arte medial y un sistema de talleres educativos que nunca se logró financiar.

Quizá la fuerza más poderosa que impulsó las actividades de Realidad Visual por casi una década fue la convicción de trabajar por la creación de un espacio ganado a la incertidumbre y las limitaciones de vivir en un país que aún se sentía profundamente “tercermundista”: no se trabajaba en tecnologías y videos experimentales por que había un mercado asegurado o la garantía de que ello nos llevase a conseguir fondos. Se trabajaba para lograr un territorio libre para la imaginación y la creación: una realidad que lograse superar los múltiples obstáculos materiales e inmateriales de un contexto como el peruano a inicios del 2000. La consigna fue siempre hacer las cosas como creíamos que debían hacerse, tratando de demostrar en la práctica que se podía lograr mucho con gran esfuerzo y determinación. Se buscó además, compensar las grandes falencias de una institucionalidad cultural pública que para todo efecto práctico era inexistente y que consideraba al arte electrónico como irrelevante.

Es probablemente el tiempo el que finalmente nos hizo caer en cuenta que no podíamos seguir. Tras casi diez años de arduo trabajo, invirtiendo todo nuestro tiempo y recursos — pasamos de tener veintitantos a tener treintaitantos años — y transicionamos de Realidad Visual a la realidad.

Queda entonces la conclusión de siempre: en el Perú las iniciativas independientes que buscan crear arte y cultura tienen muchos problemas para mantenerse a lo largo del tiempo debido al desgaste de existir sin financiamiento público o privado. Sin embargo, la historia reciente demuestra que Realidad Visual — y muchas otras organizaciones como Aloardí, Asimtria, ATA, Buh Records, el Instituto Arte Electrónica, La Casa Ida, Escuelab, por mencionar solo algunas — existieron y existen a pesar de las limitaciones del medio. Creemos que el fortalecimiento real y profundo de un ecosistema local y nacional de espacios, agentes y gestores culturales involucrados en la promoción del arte electrónico y/o medial no se dará efectivamente hasta que logremos una reforma substancial de las políticas culturales de nuestro país, logrando que las políticas públicas estimulen la creación y la experimentación en artes contemporáneas, motivando de esta forma la apuesta del sector privado por procesos de creación, entendiendo a estas iniciativas ciudadanas como indispensables para promover el pensamiento crítico, la imaginación, el desarrollo humano y la diversidad cultural en el país.

Referencias

Delfin, M. (2009). Culturaperu.org: una Plataforma para la participación ciudadana en cultura. En Co-laborar: Experiencias de trabajo y colaboración. Lima: Tanq.